Ir al contenido principal

26

Nada que decir... Ninguna queja, ningún reclamo, ningún sueño transcrito, ninguna de esas mierdas del pasado.

No es normal sentirse viejo a los 26, a pesar de ver los 30 acercarse peligrosamente junto con los compromisos adquiridos, el abandono del hogar para formar uno nuevo, los viajes planeados y el dinero faltante. El próximo año, si es que sobrevivimos al 21, prometo dejar de trabajar aquí, prometo pisar Europa y que el disco que estoy por grabar sea mejor que el anterior.

He escrito aquí por años y ya no lo veo necesario, no es útil en lo más mínimo; los demonios que tengo por expulsar son privados. Cosas que no quiero compartir. Mi vida no es un libro abierto, tampoco soy un escritor aficionado, no soy famoso, no soy poeta, por ahora no tengo ni la menor inspiración para hacer letras. Soy un enfermo pasivo que no puede beber café, me obligaron a dormir más de las 4 horas que duermo y tengo una bolsa de pastillas para eso, y para el dolor de estomago. Dicen que me relaje y eso pienso hacer. Siento que debo dejar esto con esta explicación (para mí), por todo lo que alguna vez escribí.

Extraño a mis amigos, es lo último que diré, y estoy bien.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Wonderful beat ! I wish to apprentice while you amend your site, how can
i subscribe for a blog website? The account helped me a acceptable deal.
I had been tiny bit acquainted of this your broadcast provided
bright clear idea
my website - reborn baby dolls

Entradas populares de este blog

Vejez

Vuela con las aves que alimentas... Ya limpié tus zapatos para el baile sobre los lirios que plantaste... Nos vemos cuando ya todo el mundo sepa que te marchaste...

Noche

Supongo que no hay luces, no hay más, sólo son un par de pasos en las ruinas y la luna muriendo en silencio. Ellos miran desde el suelo, con sus ojos de plástico, intentando cortar mis pies y mover sus brazos, tener tiempo, caminar... Los cables golpean las ventanas o son las hojas al caer, lo que sea, sale del sigilo, se vuelve angustia, el ruido de los gatos, es el Diablo, ha salido de mis sueños y lame mi cara, se acuesta conmigo, su amor es fingido. Es pura mierda, cada minuto que decae, cada respiro y es que si lo hago puedo dejar de existir o hacerlo en cubos, encerrado con arañas y el castigo será mutuo, ellas me quieren herir, cocer mis párpados, dejarme ciego para meterse en mi boca y no hay más, sólo noche, no hay luz.

The City That Sorrow Built

¿Todavía alguien leo esto? Seguro hay mucha basura aquí, cosas que escribía hace ya 9 años, cuando mi vida era distinta, cuando no había mucho sentido. ¿Cuál es la diferencia ahora? Tengo 30 años, he subido de peso, mi metabolismo es más lento, soy más misántropo cada vez que me despierto, odio los festivales, ya no me interesa construir audiencias, extraño con locura vivir en Barcelona, no salgo a fiestas ni a reuniones, casi no tengo amigos, tengo que afeitarme cada 2 días, amo de mejor forma a Emilia y al resto de mi familia. Soy bastante diferente a como cuando regresé de vivir solo en un pequeño apartamento compartido en Sants. Tengo menos ideales revolucionarios, ya no me importa mejorar el estado de la ciudad, salvo por los animales que son abandonados aquí, me gusta rescatarlos cada vez que puedo; no me gusta hacer contacto con gente del medio, me tardo en responder mensajes que me envían personas ajenas a mi círculo, he pensado varias veces en vender todos mis instrumento...